Giovanni Nadiani: Extranjero en la Tierra

Invel, Insen..., Best of e’ sech [In nessun luogo, Insieme..., Il meglio di e’sech]

By Dante Medina (Universidad de Guadalajara, Messico)

©inTRAlinea & Dante Medina (2019).
"Giovanni Nadiani: Extranjero en la Tierra Invel, Insen..., Best of e’ sech [In nessun luogo, Insieme..., Il meglio di e’sech]"
inTRAlinea Commemorative Issue: Beyond the Romagna Sky
Edited by: Roberto Menin, Gloria Bazzocchi & Chris Rundle
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Si no me importara evocar la cursilería, empezaría diciendo que si los ángeles fueran divinos hablaría en poesía. Y diría que una de las formas de existencia de los ángeles en la Tierra tuvo por nombre el de Giovanni Nadiani. Y como yo no le tengo miedo al cariño, doy por dicha la cursilería que acabo de decir, la doy por dicha y la doy por verdadera, y cito la verdad profunda de estos versos:

Anche la collera per l’ingiustizia
Rende la voce roca. Ah, noi
Chi volevamo preparare il terreno alla gentilezza
Noi stessi non potemmo essere gentili.
Voi, però, quando sarà il tempo
Dell’uomo che aiuta l’altro uomo[1]

Así dijo Giovanni Nadiani. ¿Hay más verdad que eso, más poesía, más deseo de ser humano? Cito, nuevamente:

el mundo al revés que nos entrena
para ver el prójimo como una amenaza
y no como una promesa...[2]

[il mondo a rovescio che ci addestra / a vedere il prossimo come una minaccia / e non come una promessa...]

Ríanse de mí si continúo diciendo que cuando Giovanni Nadiani recitaba parecía que se asomaba hacia nosotros por una ventana desde el Cielo. Acepto que se rían de mí, porque en Giovanni la risa no era un escarnio, sino palabra fresca:

lasim stê
a vleva fê
sól de’ ben
a l’umanitê [3]

[lasciatemi stare / volevo fare / solo del bene / all’umanità]

Y la palabra, natural como el agua, le era sagrada a Giovanni: la única manera, rara manera, casi imposible, de acercarse de los hombres, de estar juntos, a pesar de las múltiples lenguas, es comprendiéndose:

mo a t’ voj dì
sól un cvel
l’è za basta
a j ò capì [4]

[ma ti voglio dire / solo una cosa / è già abbastanza / ho capito]

No tiene otro lugar de donde venir lo sagrado sino del Cielo. Y de vez en casi nunca baja de allá en la voz de un poeta, en alguna de las lenguas que entendemos en el mundo. Giovanni recibió y transmitió ese fuego celeste en su poesía, como quien juega a las iluminaciones, por el momento, mientras estamos aquí, o sea, como dice él mismo, mientras “il Signore ne farebbe a meno per dirci i giorni e le tasse che ci mancano per andare in paradiso”,[5] recluidos en esta magnífica Torre de Babel:

a s’sen scambiê la lengva in bòca
con un bés a scorar a lè par lè
la fadiga d’un étar mond
e non conta se si è un’altra lingua
e si sentono i sapori i colori
diversi gli strappi gli sfregi
dei versi e il timbro che ci chiama
ci cambia e per noi cambia lui stesso...[6]

[ci siamo scambiati la lingua in bocca / con un bacio a parlare lì su due piedi / la fatica di un altro mondo / e non conta se si è un’altra lingua / e si sentono i sapori i colori / diversi gli strappi gli sfregi / dei versi e il timbro che ci chiama / ci cambia e per noi cambia lui stesso...]

al paról incóra d’imparê da metr insen
pr un scors che da per me a n’nreb mai
ste bon d’cminzêl che dire è partire[7]

[le parole ancora da imparare da assemblare / per un discorso chan da solo non sarei mai / riuscito a comincialo che dire è partire]

Lo he calificado de celeste y eso no falla. Cualquiera pudo hacerlo de no haberlo hecho yo. Cosa fácil. Lo difícil es explicar la rudeza terrenal en la ternura de los versos de Giovanni Nadiani. Cortan como cuchillos, pero tienen pétalos; sangran, pero perfuman; hieren como el placer amado:

poiché per certe cose non c’è lingua
né linguaggio dialetto o parola per farle
solo il silenzio e poi guardarsi negli occhi.[8]

Cómo explicar si no es por los caminos de la maravilla que un mexicano de Jilotlán de los Dolores (pueblo casi inventado por Juan Rulfo), residiendo en Nueva Italia, México, haya sido y sea amigo de un italiano de Cassanigo di Contignola, residiendo en Faenza, Italia, que escribe en “lenguas”, y sobre todo en romañol. Siento como si ambos procediéramos de la palabra preferida de Giovanni, Invel (In nessun luogo), el paese de ninguna Parte, lo que quiere decir “ser de donde sea” o “ser de donde uno está”. Puede que ésa sea la clave de que hayamos sido amigos. Nacimos, eso sí, el mismo año, 1954, pero él tenía prisa por regresar al Cielo: no soportó el mundo.

sinò parché avegna stugiê al lengv
s’a n’sen bôn d’canter e’ mond [...]
beh allora s’a sen a e’ mond per sintì
e a n’sinten gnît? [...]
e’ mond u n’escor e nô a n’sen
bôn d’ciapêl... [...]
invezi
avien sintir cvel ch’u dis e’ mond...[9]

[altrimenti perché abbiamo studiato i linguaggi se non siamo capaci di cantare il mondo / beh allora se siamo al mondo per sentire e non sentiamo nulla? / il mondo non parla e noi non siamo in grado di prenderlo... / invece vogliamo sentire quello che ci dice il mondo...]

Y si alguien piensa que su poesía no puede ser tan angelical porque está llena de Pioneer, cellulare, Tlecom, minmarket, trucks of the year, yo le contestaré que sí, que abundan los The Voice of America, la BBC, la Radio Esteriora de España, la Voce della Merica, pero que lo que predomina es el sentimiento de ningunapartidad, el invel (in nessun luogo, en ninguna parte) y el deseo profundo del insen (insieme, juntos):

Invel
... un pöst a vaion pr e’ mond a cve invel[10]

[In nessun luogo... un posto a zonzo per il mondo in nessun luogo]

Insen...
fasend cont ad no’ savél che stêr insen
l’è sól un sogn d’éta stason che palugh
dop a palugh u s’tucarà d’sugnêl incóra...

[Insieme... facendo conto di non sapere che stare insieme / é solo un sogno d’alta stagione che sonno / dopo sonno ci toccherà sognare ancora]

Invel e insen pendulares.[11] Invel, porque va viendo el mundo desde fuera, como extranjero, intentando palabras para entenderse con los otros que son, como él para ellos, extranjeros para él; y con las enormes ganas, con la intensa necesidad, de ser en uno, que ellos sean él y que él sea ellos, insen, juntos todos, para acabar con The lonely togetherness:

insen pröpi insen a n’i srè mai
nench se a j aven armisclè la cherna[12]

[insieme proprio insieme non staremo mai / anche se abbiamo mescolato la carne];

y como en este ninguna parte que es el mundo donde es imposible juntarse aunque las lenguas traten inútilmente de unirnos, el alien Giovanni Nadiani (Juan Nadita, en español), exclama en la desesperación:

(int e’ gargoz
la sé dal parôl
ch’a n’so bon d’ di)[13]

[(In gola / la sete delle parole / che non so dire)]

Cómo explicar que no estamos ante un ser alado que sueña con volver a volar porque ha volado, y lo dice, lo expresa, nos da su deseo de dejar de pisar la tierra porque él pertenece al aire...

(adës
a stegh
com’un usël ins la bröca
a pinsê
ch’a n’ò mai vulê)[14]

[(adesso / sto / comme un uccello sul ramo / a pensare / che non ho mai volato)]

La ternura ya he dicho pero quiero volver a repetirlo, el amor al mundo en la palabra, a los seres del mundo, a los extranjeros del mundo que somos todos, hablando mil lenguas y buscando entendernos: todos somos extranjeros venidos de los desiertos, del mar, de las montañas, del horizonte, del Cielo, buscando la lengua que sea capaz de “contar la vida partiendo de abajo y volviéndola noble y sublime”,[15] como dice la directora de teatro en palermiano Emma Dante, y en ello va la ternura del abrazo de todas las lenguas y dialectos del mundo, a lo que siempre aspiró Giovanni Nadiani porque eso es la luz y el silencio hace la oscuridad:

ad cov
la nöt ch’la ven
e’ bur ch’e’ sta
sóra la nèbia
e me
a smurz la luz
con ‘na careza[16]

[In fondo – La notte che scende / il buio immobile / sopra la nebbia / e io / spengo la luce / con una carezza]

Y esto es un gesto como decir adiós, como callarse, porque Giovanni Nadiani sabe, supo, que la palabra es alma, luz, casa, ancestros, casa nuestra en la lengua que sea, como dice el poeta maya Jorge Miguel Cocom Pech:

Tu idioma es la casa de tu alma
Ahí viven tus padres y tus abuelos
En esa casa milenaria
Permanece tu palabra[17]

Giovanni Nadiani ya no está con nosotros, pero es como si estuviera, nos ha heredado su casa milenaria donde permanece su palabra, nos ha legado su poesía y en ella permanece, vive Giovanni Nadiani y está entre nosotros, como un ángel, sí, dije bien, como un ángel divino que habla en poesía.

Muchas gracias.

Rejkiavick, Islandia – París, Francia
15 de agosto 13 de septiembre de 2017

Notas

[1] Insen..., p. 10.

[2] Insen..., p. 7. En español en el original.

[3] Best of e’ sech, p. 25.

[4] Best of e’ sech, p. 9.

[5] Invel, p. 14.

[6] Insen..., p. 8.

[7] Insen..., p. 9.

[8] Insen..., p. 14.

[9] Invel, pp. 9, 10. 6-7.

[10] Invel, p. 3.

[11] Con la palabra “invel” empiezan dos libros suyos: Invel y Best of e’ sech.

[12] Insen..., p. 14.

[13] Best of e’ sech, p. 19.

[14] Best of e’ sech, p. 21.

[15] “Le dialecte devient une langue magique avec un pouvoir de suggestion, une langue capable de raconter la vie en partant d’en bas et en la rendant noble et sublime”. (Emma Dante, Metteur en scène en dialecte perlemitain, Au Festival d’Avignon, 2017).

[16] Best of e’ sech, pp. 14-15.

[17] Traducción del maya al español del propio autor.

©inTRAlinea & Dante Medina (2019).
"Giovanni Nadiani: Extranjero en la Tierra Invel, Insen..., Best of e’ sech [In nessun luogo, Insieme..., Il meglio di e’sech]"
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